Es conocida como ‘el
segundo hogar’. El aula de clases juega un rol trascendental en el aprendizaje
escolar.
Es el espacio para el
desarrollo del conocimiento y donde se afianzan las relaciones interpersonales.
Pero la falta de un ambiente adecuado trae problemas.
“Ese segundo hogar puede
convertirse en un castigo”. Así define el sitio donde da clases la maestra Sara
Villalta. Desde hace 10 años trabaja en la escuela fiscal nro. 156 Fundación
del Niño, en Guayaquil. El local fue improvisado en una vieja casona, de
angostos pasillos y techo de madera y zinc.
La clase de la señorita
Sara es una diminuta habitación sin ventanas, de piso sin enlucir. Para dar la
medida exacta del lugar, la profesora toma una cinta métrica. “En esta clase de
4,30 metros por 3,70 recibiré a 22 niños”.
El sitio es sofocante,
no cuenta con los pupitres suficientes y el material didáctico escasea. “Son
niños de tercero de básica. Están en una etapa de desarrollo de destrezas como
el dictado. Pero aquí no pueden aprender, solo se pasan pelando por las
bancas”.
El psicólogo educativo
Ernesto Quevedo cita la frase “según cómo vives, piensas”. Se refiere a que el
ambiente en donde se desarrolla la persona afecta su desarrollo intelectual,
afectivo y moral. Por ejemplo, si un niño recibe clases en un ambiente que no
sea de agrado o calidez, se desmotivará, tendrá un bajo rendimiento y perderá
el interés. “En resumen, ya no querrá ir a la escuela”.
Quevedo cree esencial la
orientación del maestro y el aporte de los padres para mejorar el ambiente
escolar. “Aunque sea humilde debe estar limpio. Eso estimula a los chicos a
aprender”.
De lo contrario, el
alumno siente que a nadie le importa, según la psicopedagoga María del Carmen
Rodrigo. Para ella, la condición del salón le hacen saber al alumno qué tan
importante es.
Además, dentro del
proceso educativo, es importante que haya una conexión humana-educacional.
“Pero al profesor se le dificulta lograr esa conexión si entra a un salón que
está inundado”.
En el cantón Samborondón
(Guayas), las escuelas Amarilis Bajaña y Juan Navarro están totalmente
anegadas. El río Los Tintos entró en los salones. La semana pasada, Yamilé
Rugel, de 10 años, recorrió su aula en la Juan Navarro. Se acercó a una repisa
y revisó su libro del año pasado. Con tristeza vio que el agua había borrado la
tinta de varias páginas.
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Infraestructura escolar
en mal estado en el país
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Educativa Milton Reyes
- Durán, Unidad
Educativa Victor Murillo Soto
- Salitre, Colegio
fiscal técnico agropecuario 27 de noviembre
- Salitre, Escuela
fiscal Juan Navarro, recinto La Margarita
- Guayaquil, Escuela
Fiscal # 95
- Esmeraldas,
Escuela Genaro García, Cantón Rio Verde
- Esmeraldas,
Escuela Leonidas Grueso en el Barrio Vargas Torres
- Esmeraldas,
Escuela República de Panamá
- Durán, Unidad
Educativa Milton Reyes
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En Guayas hay 3 000
instituciones educativas. Según evaluaciones del Ministerio de Educación, 79
requieren trabajos inmediatos debido a daños por las lluvias. Esto a solo seis
días del inicio del nuevo año escolar, previsto para este lunes 2 de abril. El
subsecretario de Educación del Distrito de Guayaquil, Juan Carlos Rodríguez,
explica que para esos planteles se destinaron USD 1 987 000.
Rafael Valverde, docente
universitario y director de la Escuela Fiscal Clemencia León Pita, asegura que
el deterioro de la infraestructura escolar es un obstáculo que se repite cada
año y que influye negativamente a la hora de transmitir conocimientos.
El educador cuestiona el
trabajo de la Dirección Nacional de Servicios Educativos (Dinse), que hace dos
meses dejó de funcionar. La entidad tradicionalmente se encargó de la
reparación de los planteles. Ahora esa función pasó a cada institución, de
acuerdo con el modelo de descentralización del Ministerio de Educación.
Este año, esta Cartera
de Estado entregó USD 2 905 441 para reparaciones generales en los planteles
fiscales de Guayas, por concepto del bono matrícula. Ese es el monto que
dejaron de cancelar los padres con la gratuidad.
Pero varios docentes
consideran que el monto es mínimo en relación al trabajo que se debe hacer. La
escuela Fuerza de Resistencia, en el cantón Durán, recibió USD 500. Ahí solo
hay dos aulas con viejos pupitres de madera.
Mariana Pallasco,
presidenta de la Unión Nacional de Educadores (UNE), afirma que el 75% de la
infraestructura escolar sigue en las mismas condiciones de hace 30 años.
Especifica que en el Litoral hay 8 648 instituciones públicas y apenas cinco
Unidades Educativas del Milenio, que atienden a unos 2 500 alumnos.
“Solo el 0,23% de la
población estudiantil ha sido atendida con infraestructura de calidad,
tecnología, laboratorios, bibliotecas y aulas virtuales”, dice Pallasco.
Para motivar al
aprendizaje en los chicos, tanto Quevedo como Rodrigo coinciden en que el aula
puede ser un lugar muy sencillo, pero limpio y ventilado. Además, debe tener
materiales didácticos útiles como mapas, carteles y pizarras en buenas
condiciones.
Puntos de vista
Jenny Alvarado Pozo
Presidenta del Colegio de Sicólogos Educativos (Guayas)
‘Muchas veces se dice: el alumno es ‘vago’, pero solo está desmotivado’
Los ambientes lúgubres y deprimentes influyen en el bajo rendimiento académico de niños y adolescentes. En sicología educativa se habla de motivación hacia el aprendizaje. Hay motivación interna y externa; y dentro de esta última está el entorno, que debe ser agradable. De lo contrario se formará un estudiante apático, que hasta cierto punto el maestro tiene que obligarlo a que haga las cosas porque no hay interés por aprender. De ahí que en muchas ocasiones se dice a la ligera: el alumno es ‘vago’, cuando en realidad está desmotivado por el ambiente.
Presidenta del Colegio de Sicólogos Educativos (Guayas)
‘Muchas veces se dice: el alumno es ‘vago’, pero solo está desmotivado’
Los ambientes lúgubres y deprimentes influyen en el bajo rendimiento académico de niños y adolescentes. En sicología educativa se habla de motivación hacia el aprendizaje. Hay motivación interna y externa; y dentro de esta última está el entorno, que debe ser agradable. De lo contrario se formará un estudiante apático, que hasta cierto punto el maestro tiene que obligarlo a que haga las cosas porque no hay interés por aprender. De ahí que en muchas ocasiones se dice a la ligera: el alumno es ‘vago’, cuando en realidad está desmotivado por el ambiente.
Amparo Fernández
Sicóloga
Sicóloga
‘La escuela no solo es cuestión de infraestructura sino de las personas’
Las reacciones de los estudiantes pueden ser variables. Unos pueden responder positivamente y se acoplan. Otros se deprimen. Mientras que algunos se vuelven inseguros y tienden a entrar en situaciones de tensión y agresividad. Sin duda el maestro juega un rol fundamental, porque la escuela no solo es la infraestructura, sino las personas. Ellas son quienes, en situaciones adversas, deben desarrollar espacios propicios para el aprendizaje. Además, deben trabajar en recuperar la parte psicoafectiva, afectada en los niños por la presente estación
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